sábado, 31 de mayo de 2014

Análisis del libro: "Los de abajo" por el autor Mariano Azuela







Análisis del libro: "Los de abajo" por el autor Mariano Azuela
Redactado por: Jesús Alberto Meza Pérez





Los de abajo, es el título de una novela escrita por Mariano Azuela, quien se inspira en el movimiento armado Revolucionario mexicano; por formar parte del equipo médico a cargo de Francisco Villa. En dicha obra, el autor vislumbra y narra novelesca y majestuosamente aquel suceso, haciendo uso de un nutrido y rico contenido descriptivo de los hechos mediante las palabras, que marcan su experiencia particular de ver la Revolución y sus trágicas escenas de miseria y muerte. Escrito con un lenguaje directo y bello a la sencillez dada la sinceridad y valentía de aquel hombre que ha convertido su obra de carácter histórico-narrativo, en todo un clásico de la literatura en México.
Del análisis contextual de la novela; observamos que las acciones transcurren en plena Revolución Mexicana (1910), la cual se caracterizó por ser un movimiento de armas, iniciado para terminar la dictadura de Porfirio Díaz y culminada oficialmente con la nueva promulgación de la constitución de 1917. Dicha gesta revolucionaria tuvo gran impacto en los círculos obreros, agrarios y anarquistas a nivel internacional, pues la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917 fue la primera en el mundo en reconocer las garantías sociales y los derechos laborales colectivos. Se estima que en el transcurso de la lucha murieron aproximadamente un millón de personas, entre civiles y militares.

El lenguaje con el cual fue escrito, goza de una riqueza cultural impresionante, donde el regionalismo tiene cabida e indiscutiblemente proporciona al lector situarse dentro de las raíces propias del legado histórico de México. La capacidad narrativa y descriptiva que el autor presenta, no tiene igual y es muy minuciosa hasta en los detalles más mínimos. Por lo tanto es muy fácil identificarse y adentrarse profundamente en la historia que nos narra. De principio a fin, hubo momentos en los que, debido al coloquialismo puro empleado; detona en una difusa noción del contexto entre los diálogos de los personajes y el lector. Y aquellas personas extranjeras que desconozcan el regionalismo dentro del cual está inmersa la obra literaria; ello dificultará notoriamente la percepción e interpretación personal de quien la lea. Como mexicano que soy, no tuve mayor problema, salvo algunas palabras que no logré identificar.
Prosiguiendo con el análisis, toca el turno a los personajes del relato. Encuentro a dos principales: Demetrio Macías, el cual es un dirigente indígena sublevado en contra de Don Mónico, cacique de El Limón, una localidad de la cual era oriundo. Y Luis Cervantes, el cual era corresponsal de El país en tiempo de Madero. Él escribía furibundos artículos en El regional. Militaba con los federales y desertó; acabando entre las filas de los “bandidos”. Jugó un papel importante y es responsable de modificar y ensillar la percepción y conductas equívocas entre las que entraba el saqueo, la destrucción que mantenían Demetrio Macías y sus muchachos rebeldes. Y en una de tantas conversaciones que sostuvieron Demetrio y Cervantes. Destaco ésta cita desde la perspectiva analítica de Luis Cervantes. – “La Revolución, beneficia al pobre, al ignorante, al que toda su vida ha sido esclavo, a los infelices que ni siquiera saben si lo son es porque el rico convierte en oro las lágrimas, el sudor y la sangre de los pobres”. 

Así bien, existen otros personajes que destacan en la historia:
La Codorniz.
Camila.
La pintada.
Anastasio Montañés.
Manteca.
Venancio.
Güero Margarito.
Alberto Solís.

Personajes secundarios.
Agapita.
Remigia.
Maria Antonia.
Primitivo López.
Pánfilo Natera.

Personajes terciarios.
Carranza.
Villa.
Carrera Torres.
Madero.
Sacristán.
Teniente Campos.

En los primeros destacan las carencias materiales y físicas. Esto debido a la pobreza y analfabetismo que imperaba en la época; tanto que muchos forajidos (así eran considerados los combatientes rebeldes opositores al gobierno) optaban por destruir y quemar libros, donde unos cuantos letrados, rescataban lo poco que podían. La vestimenta de aquellos hombres analfabetas y humildes era sucia, hecha jirones, sombreros de copa y algunos semidesnudos. Con una alimentación precaria; chile, blanquillos y frijoles en su mayoría. Las personas vivían al día a día. Esto claro lo padeció también Luis Cervantes, quien no compartía precisamente aquella clase social baja. Él era letrado, culto, de clase media y con conocimientos médicos. Así mismo, los personajes secundarios, al igual que los primeros en un inicio padecieron muchas necesidades humanas y materiales, lo cual cambia conforme la historia alcanza su clímax.

Había además desigualdad numérica y poca coordinación estratégica en el bando de los rebeldes, los cuales supieron contrarrestar aquellas adversidades y carencias entre materiales y físicas por el coraje e ímpetu que anidaba en su espíritu combativo que antepusieron ante todo. Su heroísmo y amor por la patria motivaba proseguir el camino para derrotar al enemigo común: el opresivo y mal gobierno.

Para finalizar este análisis, referiré la siguiente cita del libro los de abajo, que dejó clara necesidad de continuar con la lucha armada, aún después de alcanzar el objetivo de derrocar al Dictador Díaz bajo el precepto de sufragio efectivo, no reelección; esto sucedió dado el incumplimiento de Francisco I. Madero a sus compromisos de campaña, por los cuales, gente como Demetrio Macías se sublevaron. Una vez electo Presidente de México, ésta fue su declaración: “Amigos, muchas gracias; ahora vuélvanse a sus casas. Ustedes, que me levantaron hasta la Presidencia de la República, arriesgando su vida, con peligro inminente de dejar viudas y huérfanos en la miseria, ahora que he conseguido mi objetivo, váyanse a coger el azadón y la pala, a medio vivir, siempre con hambre y sin vestir, como estaban antes, mientras que nosotros, los de arriba, hacemos unos cuantos millones de pesos”. Esto fue claramente la sentencia para Madero, al no cambiar la manera de gobernar y hacer política; nada cambió en lo absoluto, siguió la misma línea que su antecesor Porfirio Díaz. Por lo que desató más hechos de sangre en contra del mal gobierno de esos ayeres. Por tanto, la Revolución Mexicana surgió para hacer un cambio total en la administración; desafortunadamente no sucedió. La lucha por la silla presidencial y del poder continuó, entre traiciones y muerte, mi México querido se fue sumiendo en un letargo económico, cultural y educativo del que hasta hoy día no ha podido salir del estanco. 


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